Antes de que la era del streaming aplanara nuestros hábitos de escucha y los convirtiera en un modo aleatorio sin fin, había álbumes que exigían más: tiempo, atención y entrega. Uno de esos discos no solo pedía, sino que insistía. Publicado en 1997, "OK Computer" de la banda británica Radiohead no sonaba a gran cosa en aquel momento y, décadas después, sigue sin serlo. Tanto si nunca lo has escuchado como si no has vuelto en años, hay una razón por la que este álbum sigue apareciendo en conversaciones sobre las obras más definitorias de la música moderna. Dejarme revisitar este disco y recomendarlo a los lectores de este blog de música.
ALBUM: OK Computer
¿Un punto de inflexión en el rock moderno? Cuando OK Computer apareció en 1997, no fue un simple lanzamiento de un álbum más, sino un cambio radical. Para quienes prestaron atención, parecía que el rock contemporáneo había empezado a resquebrajarse. No era el sonido de una banda que seguía tendencias. Era algo más profundo, más inquietante. Radiohead, antes considerado por muchos como un subproducto del post-grunge, demostró con este tercer trabajo que tenían mucho más que decir y formas mucho más extrañas y profundas de expresarlo.
Grabado principalmente en una casa solariega en Bath y un local de ensayo reconvertido en Oxfordshire (Inglaterra), el álbum rechazó la fórmula grunge, impulsada por la guitarra, que había definido el éxito anterior de la banda. En cambio, se adentró en un espacio turbio iluminado por pantallas parpadeantes, temor político y ecos distantes de humanidad. Es un álbum que predijo el próximo siglo sin pretender ser profético.
De cinta a los auriculares:
Muchos escucharon OK Computer por primera vez a través de medios modestos, ya fuera un walkman o un reproductor de CD destartalado, pero su impacto fue todo menos silencioso. Algunos amigos disfrutaron memorablemente del álbum en un casete pegado dentro de un reproductor portátil de imitación. Sin embargo, incluso con una fidelidad limitada, la fuerza emocional era evidente. Era música para la generación de los auriculares, pero de esas que se meten en la cabeza y se quedan ahí.
Las inquietantes samples vocales, las texturas ambientales y el inconfundible falsete de Thom Yorke no necesitaban una acústica impecable. Escuchar se sentía íntimo, casi invasivo, como oír una confesión que no era para ti, pero que no podías ignorar.
Letras:
Las letras de Thom Yorke no ofrecen respuestas claras. No les interesa la resolución. En cambio, se adentran en la esencia de la vida cotidiana: el entumecimiento de la modernidad, la repetición de rutinas, la incomodidad de un mundo que avanza a toda velocidad sin pensar en quién se queda atrás. “Let Down”, con sus patrones de guitarra entrelazados y su tono resignado, captura esa sensación de hundimiento y desesperanza que se desvanece. “No Surprises”, con una melodía casi de cuna, vibra con silenciosa desesperación: “A handshake of carbon monoxide” no es el tipo de letra que se olvida.
Estas no son canciones construidas alrededor de estribillos que se pueden gritar en estadios. Son instantáneas, radiografías emocionales. Cada una ofrece algo diferente según cuándo, dónde y cómo la escuches.
Caos compuesto:
“Paranoid Android” sigue siendo una pieza central, y con razón. Es una canción monstruosa, como Frankenstein, compuesta por cuatro movimientos distintos que oscilan entre una calma inquietante y un ruido furioso, y viceversa. No hay un estribillo al que aferrarse, ni una estructura clara que seguir. Pero funciona. Y es esta canción, sobre todo, la que indicó que Radiohead ya no se regía por las reglas de nadie.
También está la evocadora "Exit Music (For a Film)", que comienza con un susurro y se va convirtiendo en una oleada devastadora. Inspirada en Romeo y Julieta, captura el tipo de amor desesperado y el temor silencioso que recorre gran parte del álbum. "Electioneering" ofrece una sacudida temporal de energía rockera más tradicional, mientras que "Climbing Up the Walls" te sumerge en una profunda inquietud, con los arreglos de cuerdas distorsionados de Greenwood y la voz manipulada de Yorke que te desgarra los nervios.
Más allá de la música:
El tono del disco refleja su época: la tensión premilenialista, el fantasma del temor al efecto 2000 y la sensación de que las máquinas empezaban a aprender nuestros nombres. El título, OK Computer, fue sacado de "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy" de Douglas Adams, pero resultaba inquietantemente apropiado a medida que la tecnología se infiltraba en la vida cotidiana. Yorke admitió más tarde que era tanto una broma como una frase profundamente ansiosa: "una rendición ante lo inevitable".
La portada (acreditada como White Chocolate Farm) y a Stanley Donwood es un collage de fragmentos con fallos y mensajes codificados que refleja el mundo fragmentado que habita el álbum. No grita para llamar tu atención. Murmura y espera a que la mires con más atención.
Sin mapa, sin manual:
Radiohead siempre ha insistido en que OK Computer no es un álbum conceptual. Pero hay un hilo conductor innegable que une sus 12 temas: la desconexión. Emocional, política, digital. Los personajes de estas canciones no son héroes ni villanos. Son oficinistas, transeúntes, víctimas de la violencia silenciosa del capitalismo tardío. Y si hay un mensaje, podría ser: No estás solo en sentirte solo.
Es fácil ahora, décadas después, ver OK Computer como un modelo para todo lo que Radiohead haría después. Pero en aquel momento, no estaba claro hacia dónde se dirigían. Lo impresionante es lo poco que el álbum parece interesarse en el legado. Nunca anuncia su importancia. Simplemente existe y te reta a asimilarlo.
De críticos a conversos:
No todos lo entendieron al principio. Algunos críticos vieron presunción; otros, brillantez. Pero incluso los primeros escépticos se cansaron de la durabilidad del álbum. Muchos expertos musicales admitieron haberle otorgado un 8 sobre 10, para posteriormente calificarlo de obra maestra. Su complejidad, su resistencia a una categorización sencilla, es lo que lo ha mantenido vivo en la memoria cultural.
Y luego está la conexión personal. OK Computer ha sido la banda sonora de rupturas amorosas, crisis existenciales, largos viajes nocturnos y mañanas tranquilas para millones de personas.
Por qué sigue siendo importante:
En un momento de historia musical donde las listas de reproducción se alternan sin cesar y la atención se dispersa, OK Computer premia la paciencia. Exige que te mantengas atento. No escuchas una canción, escuchas el álbum. Desde el tema inicial, "Airbag", hasta la conmovedora despedida de "The Tourist", hay un ritmo y una estructura que se sienten intencionales y reflexivos.
Su influencia es profunda. Se pueden percibir ecos en todos, desde Coldplay hasta Arcade Fire y Billie Eilish. Pero pocos discos han igualado su equilibrio de ambición y moderación.
Disco recomendado
Si eres nuevo a Radiohead, este no es un mal lugar para empezar, pero no esperes una escucha fácil. OK Computer no se explica por sí solo. No le importan los estribillos ni las modas. Lo que ofrece es algo mucho más inusual: verdad emocional revestida de sonido.
¿Y si ya lo has escuchado? Dale otra oportunidad. Probablemente no seas la misma persona que la última vez que lo escuchaste. Y OK Computer, de alguna manera, siempre está esperando a que te pongas al día. Es un grandísimo disco, sin duda.
Video del tema "Let Down":
Tracklist:
1."Airbag" – 4:44
2."Paranoid Android" – 6:23
3."Subterranean Homesick Alien" – 4:27
4."Exit Music (For a Film)" – 4:24
5."Let Down" – 4:59
6."Karma Police" – 4:21
7."Fitter Happier" – 1:57
8."Electioneering" – 3:50
9."Climbing Up the Walls" – 4:45
10."No Surprises" – 3:48
11."Lucky" – 4:19
12."The Tourist" – 5:24
Radiohead:
- Thom Yorke
- Jonny Greenwood
- Philip Selway
- Ed O'Brien
- Colin Greenwood
Productor: Nigel Godrich