Después de décadas de carrera, Deftones no tienen nada que demostrar y sin embargo, continúan haciéndolo. Ohms, el noveno álbum de estudio, es una declaración de intenciones que mezcla furia, melancolía y precisión quirúrgica. A continuación, exploramos juntos por qué este disco merece un lugar destacado en su legado.
ALBUMS: Ohms
Deftones lleva años y años sin sonar repetitivo. Cuando una banda mantiene su núcleo creativo durante tanto tiempo — Chino Moreno, Stephen Carpenter, Abe Cunningham y Frank Delgado — es fácil caer en la nostalgia o la repetición. Pero "Ohms", su noveno álbum de estudio publicado el 25 de septiembre de 2020, demuestra que aún hay fuego bajo la superficie. Es el primer trabajo producido por Terry Date desde el inédito Eros (2008) y marca también la última participación del bajista Sergio Vega. Y aunque la historia detrás del disco tiene su dosis de reencuentros y despedidas, lo que brilla realmente es el contenido: un álbum afilado, compacto y casi despiadadamente preciso.
Suena a colisión de mundos:
Desde "Genesis", la canción inicial, queda claro que este álbum no es una simple repetición de fórmulas. Hay algo más urgente, más visceral. Stephen Carpenter regresa al centro con una guitarra de nueve cuerdas que ruge como si no hubiese mañana. Chino Moreno, por su parte, despliega toda su gama vocal, de susurros agónicos a gritos desgarradores, sin perder el control. Frank Delgado, maestro del sintetizador, rellena los espacios con texturas.
"Ohms" no intenta ser innovador por el mero hecho de parecer moderno. En lugar de eso, su fuerza proviene de una búsqueda de equilibrio entre extremos. Belleza y caos, serenidad y violencia, melancolía y rabia. Como si la banda hubiese encontrado un punto medio entre las etapas que definieron "White Pony" y la madurez sombría de "Diamond Eyes".
Canciones de estados emocionales:
En lugar de analizar el álbum como una serie de números aislados, conviene verlo como un continuo emocional. “Ceremony”, por ejemplo, juega con tensiones internas y cambios de humor súbitos, en los que la distorsión y la armonía colisionan. “Urantia” arranca como una estampida y muta, inesperadamente, en una pieza casi onírica. Hay un guiño evidente a Smashing Pumpkins en el fraseo melódico de su estribillo, y no parece accidental: Deftones siempre ha sabido tejer influencias sin perder identidad.
Pero quizá el momento más profundo llega con “The Spell of Mathematics”. Aquí, la banda crea un paisaje envolvente, donde bajos reverberantes, chasquidos de dedos y una atmósfera densa sumergen al oyente en una especie de trance. La experiencia es más sensorial que racional, y el efecto permanece incluso después de que la última nota se disuelva.
De la introspección al abismo:
"Ohms" no es un álbum complaciente. En “Error”, las guitarras punzantes y la voz casi susurrada de Chino Moreno dibujan un retrato de desesperación contenida. “Pompeji” eleva esa sensación al máximo: comienza con una calma engañosa, se adentra en aguas turbulentas y culmina con una explosión emocional que incluye incluso sonidos de gaviotas y olas. Es una meditación existencial que termina con una acusación directa al cielo: “Jesus Christ, we hold you to blame / You gave your life but we died in vain”.
El contraste es brutal con “This Link Is Dead”, que no da respiro. Pura furia. Moreno tira versos como si quisiera desgarrar su propia garganta, mientras Carpenter machaca sin piedad. La banda suena cruda, violenta, viva.
“Radiant City” pone el foco en la brutalidad del riff. Todo en esta canción gira alrededor del poder casi físico del sonido. No es solo Carpenter mostrando lo que su guitarra de nueve cuerdas puede hacer: es el grupo entero subiendo el volumen de la tensión hasta que se hace insoportable.
Nostalgia, experiencia y un cierre perfecto:
Si hay un momento para recuperar el aliento, ese llega con “Headless”. Aunque no deja de ser intenso, su tempo más pausado y tono contemplativo permiten que la narrativa baje unas revoluciones antes de la recta final. En esta canción resuena una sensación de vigilancia externa: “They’d like to violate our brainwaves”, canta Chino. La paranoia y el desencanto político están presentes, pero nunca explícitos, lo que permite múltiples lecturas.
Y luego llega “Ohms”, el cierre y el resumen. Quizá el corte más accesible del álbum, con un groove hipnótico que mezcla optimismo y cinismo en dosis iguales. La canción mira hacia atrás — “we’re surrounded by debris of the past” —, pero también hacia adelante. Es, de alguna forma, un epitafio y una resurrección.
¿Qué significa Ohms en los 2020s?
En un año en que muchas bandas de los 90 se han disuelto o se arrastran en giras de nostalgia, Deftones ofrece un disco que no solo suena actual, sino necesario. Puede que "Ohms" no rompa moldes como lo hizo White Pony, pero tampoco lo necesita. Su mérito está en cómo condensa la esencia del grupo en menos de 45 minutos sin sonar forzado. Es un álbum que no pretende impresionar a primera escucha, pero que recompensa la atención constante.
Lo que Deftones ha logrado aquí no es menor: un trabajo que honra su pasado sin quedar atrapado en él. Un disco que muestra que la fórmula no está agotada, sino refinada. Que todavía pueden construir mundos sonoros donde las emociones contradicen a la lógica.
Disco recomendado
Si has seguido a Deftones desde sus inicios, "Ohms" te resultará familiar, pero no predecible. Si estás descubriendo al grupo ahora, este es un excelente punto de entrada: directo, potente y emocionalmente complejo. Con su mezcla de distorsión abrasiva y momentos de lirismo casi etéreo, este álbum no solo reafirma lo que la banda representa, sino que invita a nuevas interpretaciones. Escúchalo con calma. Y en volumen alto.
Video del tema "Urantia":
Tracklist:
1. "Genesis" 5:17
2. "Ceremony" 3:27
3. "Urantia" 4:30
4. "Error" 4:50
5. "The Spell of Mathematics" 5:27
6. "Pompeji" 5:25
7. "This Link Is Dead" 4:37
8. "Radiant City" 3:35
9. "Headless" 4:59
10."Ohms" 4:10
Banda:
- Chino Moreno: voz, guitarras.
- Stephen Carpenter: guitarras.
- Sergio Vega: bajo.
- Abe Cunningham: batería.
- Frank Delgado: samples, teclados.
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