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TEARS FOR FEARS - Songs from the Big Chair - Album (Revisited)

Como amantes de la música, todos tenemos álbumes que se sienten como compañeros entrañables, discos que profundizan su significado con cada escucha. "Songs from the Big Chair" de Tears for Fears es precisamente una de esas colecciones atemporales. Aunque quizás ya conozcas sus éxitos icónicos, revisitar este influyente álbum de 1985 revela una profundidad y sofisticación que va mucho más allá de la simple nostalgia. Así que, ya sea que lo descubras por primera vez o que reencuentres con un viejo favorito, déjate llevar por las capas de sonido y emoción que siguen haciendo de "Songs from the Big Chair" un clásico indispensable.

ALBUM: Songs from the Big Chair


De vez en cuando, surge un álbum que no solo representa su época, sino que la trasciende, convirtiéndose en un clásico atemporal. "Songs from the Big Chair" de Tears for Fears, publicado el 25 de febrero de 1985, es sin duda una de esas joyas excepcionales. Aunque ya he escrito sobre este álbum, cada reestreno revela nuevas facetas de su apreciación. Décadas después, sigue resonando, ganándose su merecido lugar como uno de los discos de pop-rock definitivos de los 80 (siglo xx).

TEARS FOR FEARS - Songs from the Big Chair - Album (1985)


De la introspección a la catarsis:


Tras su magnífico debut introspectivo, "The Hurting", Roland Orzabal y Curt Smith adoptaron un sonido más expansivo y catártico con "Songs from the Big Chair". El cambio fue significativo, desde atmósferas oscuras y cargadas de sintetizadores hasta arreglos vibrantes y con un fuerte componente de guitarra. El título, inspirado en la película "Sybil", refleja las experiencias personales de la banda ante el escrutinio de la prensa musical, enfatizando los profundos hilos psicológicos del álbum.

Desde el principio, el LP anuncia sus intenciones con "Shout", un himno basado en la terapia del grito primario, admirado tanto por Orzabal como por Smith. La canción transforma ingeniosamente las luchas personales en una llamada universal a la acción. Lo que inicialmente parece repetitivo evoluciona metódicamente, superponiendo ricas texturas, desde sintetizadores hipnóticos y ritmos contundentes hasta solos de guitarra explosivos, en un tapiz sonoro envolvente.


Capturando el espíritu de los 80:


El destacado sencillo, "Everybody Wants to Rule the World", ejemplifica la habilidad de Tears for Fears para crear canciones que se sienten a la vez inconfundiblemente propias de su época y a la vez atemporales. Las melodías vibrantes y las guitarras vibrantes crean un telón de fondo engañosamente alegre para letras que critican sutilmente el ansia inherente de poder de la humanidad. Es precisamente este contraste, sonidos alegres contrastados con mensajes profundos, lo que consolida su estatus como un clásico perdurable, que trasciende generaciones y géneros con naturalidad.

Tears For Fears 1985

Igualmente cautivador, "Head Over Heels" destaca la capacidad de la banda para combinar romanticismo con complejidad emocional. Inicialmente, se siente como una simple canción de amor, con sus atractivas melodías de piano y sus coros cautivadores. Sin embargo, bajo esta encantadora apariencia se esconden capas de introspección, ansiedad y dudas, que reflejan a un protagonista que lucha con sus propias inseguridades emocionales.


Canciones para redescubrir:


Uno de los éxitos más discretos del álbum es "The Working Hour". Con su introspectiva introducción de saxofón y sutiles matices de jazz, contrasta marcadamente con las canciones más animadas del álbum. Esta pieza contemplativa aborda las presiones que enfrentan los artistas en la industria musical, ofreciendo una visión profunda de las tensiones y frustraciones que acompañan al trabajo creativo. Su arreglo, con la hábil batería de Manny Elias y la maestría al teclado de Ian Stanley, resalta el ingenio colaborativo de la banda.

Video del tema "Working Hour" (Live 2014):

"Mothers Talk", el primer sencillo del álbum en el Reino Unido, demuestra aún más la disposición de la banda a experimentar, incorporando complejidad rítmica y una intensa energía con influencias de sonidos globales, que recuerdan a la obra de Peter Gabriel. Aunque el propio Orzabal criticó la claridad lírica de la canción, la enérgica instrumentación la convierte en una escucha fascinante que enriquece la diversidad del álbum.

Ambición progresiva al descubierto:


Las tendencias progresivas de Big Chair se hacen más evidentes en sus piezas finales. "I Believe" elimina la fuerte presencia del sintetizador, favoreciendo un enfoque minimalista impulsado por el piano. Su belleza sobria y lirismo introspectivo recuerdan las conmovedoras baladas de Robert Wyatt, a quien la banda admiraba abiertamente.

Con una transición fluida, "Broken" emerge con ritmos vibrantes y guitarras ásperas, ofreciendo un interludio electrizante que prepara el terreno para "Head Over Heels". Esta secuencia ejemplifica la maestría de Tears for Fears en la estructura de álbumes, donde cada canción se nutre naturalmente de la siguiente, construyendo hacia picos emocionales y valles introspectivos.

"Listen", el último tema del álbum, se adentra aún más en el terreno experimental. Es una experiencia ambiental, casi meditativa, que combina texturas atmosféricas de sintetizador con voces multilingües y enigmáticas. Este evocador cierre deja en los oyentes una persistente sensación de misterio y asombro, una resolución suave pero profunda del viaje emocional del álbum.


Sigue resonando:


"Songs from the Big Chair" destaca por su meticulosa elaboración. El cuidado y la precisión invertidos en cada tema crean un álbum donde ninguna pieza resulta superflua o fuera de lugar. Más allá de su impecable composición, su coherencia temática, que aborda temas como el amor, el poder, el miedo y la catarsis emocional, lo hace universalmente identificable.

Cuando mi sobrino adolescente se acercó hace poco para preguntarme si conocía Tears for Fears, me sentí divertido y orgulloso a la vez. Me impresionó la facilidad con la que este álbum conecta generaciones. Los sonidos que cautivaron a los oyentes en 1985 siguen vigentes hoy en día, hablando no solo de nostalgia, sino también de la experiencia humana atemporal capturada en estas melodías y letras.

Redescubriendo:


Volver a escuchar "Songs from the Big Chair" reafirma su perdurable significado. Sigue siendo tan potente emocionalmente y musicalmente enriquecedor como siempre. Ya sea que explores Tears for Fears por primera vez o revisitas un clásico entrañable, este álbum ofrece una gran cantidad de satisfacciones emocionales y sonoras.


Disco recomendado


En pocas palabras, "Songs from the Big Chair" es una escucha imprescindible; no solo un hito para Tears for Fears, sino un álbum que define su época. Su cautivadora mezcla de sofisticación pop, profundidad psicológica y atractivo universal continúa encantando, inspirando e invitando a nuevas interpretaciones con cada escucha. Si hay un álbum que merece una nueva visita, o una primera exploración, es sin duda esta obra maestra atemporal.

Video del tema "Head over Heels":

Tracklist (formato vinilo):

Cara A:

1. "Shout" 6:32
2. "The Working Hour" 6:30
3. "Everybody Wants to Rule the World" 4:10
4. "Mothers Talk" 5:09

Cara B:

1. "I Believe" 4:53
2. "Broken" 2:38
3. "Head over Heels / Broken (live)" (reprise) 5:01
4. "Listen" 6:48

Tears for Fears:

  • Roland Orzabal – voz, teclados, guitarras, bajo sintetizado (1), programación LinnDrum (1), piano de cola (5)
  • Curt Smith – voz, bajo (2, 4-7), bajo sintetizado (3)

  • Ian Stanley – teclados, programación LinnDrum, arreglos (8)
  • Manny Elias – batería (2-7), arreglos de batería (2)

Personal adicional:

  • "Shout": Chris Hughes – batería, Sandy McLelland – coros
  • "The Working Hour": Andy Davis – piano de cola, Mel Collins – saxofón, Will Gregory – solos de saxofón, Jerry Marotta – percusión y arreglos de saxofón
  • "Everybody Wants to Rule the World": Neil Taylor – segundo solo de guitarra, Chris Hughes – programación LinnDrum y MIDI
  • "Mothers Talk": Stevie Lange – coros
  • "I Believe": Will Gregory – saxofón
  • "Broken": Neil Taylor – solo de guitarra
  • "Head Over Heels": Andy Davis – piano de cola, Marilyn Davis – coros, Annie McCaig – coros, Sandy McLelland – coros
  • "Listen": Marilyn Davis – voz operística
  • "The Big Chair": fragmentos de diálogo de la película Sybil (1976)

Producción:

Chris Hughes – productor

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