En este país debe ver una corriente de pensamiento generalizado entre los artistas de todas las artes de que aquí vale todo, que basta con ser una persona mediática para que la gente crea que incluso puedes hasta cantar, ser músico y porque no, volar. Viene de lejos, hay una tradición ya implantado, solo hay que recordar a Pedro Almodóvar, seguro que aun escuchas sus canciones en Spotify! Pero lo peor son todos los medios que han caído en la trampa (o no) de creer que teniendo a Watling (Marlango) de portada, de chats online, radio y en los informativos iban a llamar más la atención del lector, espectador o el oyente. Además aquí huele a una serie de “favores” de coleguitas en sitios “interesantes” que han ayudado en vender esta moto sin ruedas. Es mi opinión, es personal y respeto a todos que les gusta a Marlango, su música y Watling (a mi me encanta como actriz) pero simplemente no comparto tus gustos en este caso y lo expreso libremente.
Hice un esfuerzo para cambiar de prejuicios y comencé a escuchar con ánimo el disco. Comienza con “The Long Fall", el single, que si es esto la tarjeta de introducción del disco, madre mía de mi alma. Aguante tres temas más y lo tuve que quitar por monótono, lineal y esta tan elaborado y producido que obviamente había que “arreglar” la voz de Watling y su “drone”. En fin, aburrido, más de lo mismo y con un esfuerzo de marketing estos días de “machaca” sobre un grupo en mi opinión súper exagerado y sobré valorado.
En fin, solo decir que por favor, dejad la música Leonor Watling y concéntrate con el cine, donde realmente lo haces bien. Podía ser todo peor, imaginar Watling en un grupo con Bimba Bose, la otra auto-proclamada estrella de la música.
En fin, solo decir que por favor, dejad la música Leonor Watling y concéntrate con el cine, donde realmente lo haces bien. Podía ser todo peor, imaginar Watling en un grupo con Bimba Bose, la otra auto-proclamada estrella de la música.
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