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HUM - You’d Prefer an Astronaut - Album

Antes de escuchar una sola nota del disco "You’d Prefer an Astronaut", solo conocía a HUM de oídas, un nombre que solía pronunciarse junto a bandas más reconocibles como Deftones o Smashing Pumpkins. Pero no fue hasta que me senté a escuchar el álbum sin interrupciones cuando comprendí lo erróneo que es pensar en HUM como una sombra de alguien. Esto no es simplemente otro vestigio de la oleada alternativa de los 90 (siglo xx); es una pequeña revelación. Una que no exige atención, sino que se la gana con el tiempo. Voy a profundizar en por qué "You’d Prefer an Astronaut" sigue siendo una piedra angular esencial, aunque a menudo pasada por alto, del canon más silencioso del rock estadounidense.

ALBUM: You’d Prefer an Astronaut


A mediados de los 90 (siglo xx), mientras el grunge aún resonaba entre habitaciones forradas de franela y el rock alternativo recorría las venas del mainstream, una revolución más silenciosa empezaba a vibrar bajo la superficie. Venía de Champaign, Illinois, y llevaba el nombre de HUM, una banda cuya música no gritaba para llamar tu atención, sino que te arrastraba a su órbita como lo haría la gravedad. Publicado el 11 de abril de 1995, "You’d Prefer an Astronaut", su tercer álbum de estudio y el primero con una gran discográfica (RCA), es un disco que resuena hoy más que quizás nunca lo hizo en su propio tiempo.

HUM - You’d Prefer an Astronaut - Album

El sonido del caos controlado:


Desde la primera canción, "Little Dipper", HUM marca el tono. No con solos llamativos ni alardes vocales, sino con guitarras pesadas que parecen tectónicas y una sección rítmica que se agita como mareas en movimiento. La voz de Matt Talbott no vuela, flota. Parece casi reticente, envuelta en desapego, dejando que las letras lleven el peso: densas en imágenes espaciales, estática emocional y una vulnerabilidad velada. Su interpretación, sutil y casi hablada, contribuye a la melancolía cósmica que da a este álbum su textura distintiva.

Talbott no era el vocalista más potente, y lo sabía. Pero esa limitación se convirtió en la firma de HUM. En lugar de forzar la emoción, la ofrecía como alguien que observa el dolor desde órbita. Detrás de él, las guitarras de Talbott y Tim Lash no se limitan a tocar, construyen. Capa tras capa de melodía distorsionada se apila, se refina y se duplica con una precisión casi obsesiva. El productor Keith Cleversley describió una vez su proceso como la búsqueda de “los sonidos de guitarra más gordos” que jamás había grabado, y el resultado es un muro de ruido que se siente menos como una explosión sónica y más como una formación planetaria.

Bryan St. Pere:


Cualquier conversación sobre "You’d Prefer an Astronaut" debe mencionar al fallecido Bryan St. Pere, cuya batería definió no solo la dinámica de la banda, sino su núcleo emocional. No hay exhibiciones, ni excesos. Solo el ritmo exacto, el pulso preciso, cada vez. Ya sea conteniéndose con sutileza en "I Hate It Too" o avanzando con urgencia en "The Pod", las decisiones de St. Pere marcan la diferencia entre una buena canción y una excelente.


Escucha "I’d Like Your Hair Long", el exorcismo sonoro de amor perdido y frustración de la banda, y lo notarás: una interpretación a la batería tan estrechamente entrelazada en la estructura que prácticamente redefine la composición. Los redobles en cascada, los sutiles cambios de tempo, la explosión final de percusión, es una clase magistral de gusto y sincronía. Matt Talbott puede estar susurrando un desamor cósmico, pero es St. Pere quien le da gravedad.

Un repertorio que oscila:


Las nueve canciones del álbum no están simplemente ordenadas, están trazadas. Tras el impulso crudo de "Little Dipper" y la inmediatez contundente de "The Pod", "Stars" llega como una tormenta de meteoritos a cámara lenta. Un éxito inesperado que alcanzó el número 11 en la lista Hot Modern Rock de Billboard, "Stars" es tan engañosamente simple como estructuralmente brillante. Ese riff limpio del comienzo te arrulla con calma, y luego cae el acorde de poder como una trampilla que se abre. Es el tipo de momento que recuerdas con vísceras.

Le sigue "Suicide Machine", un lamento que arde lentamente y se despliega como un réquiem en el espacio. El estribillo repite “I need you” una y otra vez, y no es solo Talbott quien lo dice, es cada alma flotante y desanclada que alguna vez amó algo inalcanzable. Luego está "Why I Like the Robins", mi favorita personal. Es sutil, extraña y fascinante. De algún modo, HUM envuelve la melodía en ruido y aún así consigue que suene transparente.

No todo es perfecto. "The Very Old Man" es más una pieza de ambiente, y el corte final, "Songs of Farewell and Departure", se aleja quizá demasiado de la órbita gravitacional. Pero incluso en sus momentos más flojos, HUM evita el relleno. Cada pieza se siente como parte de un solo cuerpo, menos una colección de canciones y más un sistema completo, como lunas orbitando un planeta.

Un sonido adelantado a su tiempo:


Cuando HUM publicó "You’d Prefer an Astronaut", el mainstream estadounidense no estaba del todo preparado. El shoegaze, aunque floreciente en el Reino Unido con bandas como My Bloody Valentine y Ride, aún no había aterrizado del todo en Estados Unidos. Pero HUM plantó la bandera. Sus guitarras eran densas, sí, pero melódicas. Sus voces contenidas, sus letras cósmicas e introspectivas.

HUM - banda - LIVE

Años después, bandas como Deftones citarían este disco como influencia fundamental. Se nota claramente en Change (In the House of Flies), ese crescendo lento, ese peso atmosférico, esa implosión controlada del sonido. En cierto modo, Astronaut no solo influyó en un género, ayudó a inventarlo.

La vida cultural posterior del disco habla por sí sola. Una década después de su lanzamiento, "Stars" tuvo una segunda vida inesperada en un anuncio. Y a diferencia del típico acuerdo de licencias, Talbott ni siquiera supo que se había cerrado hasta que lo vio en la tele. Eso es HUM en esencia: potentes, discretos, siempre bajo el radar hasta que, de repente, vuelven a sonar.

Una historia de amor en el espacio:


A pesar de su tono cerebral y sus referencias astronómicas, este es un disco profundamente emocional. Talbott ha dicho que, en el fondo, estas son canciones de amor, y al escuchar con atención, se vuelve evidente. No son canciones de amor para bailar o cantar a pleno pulmón, sino de las que existen en el silencio, el arrepentimiento, la distancia. “You’d prefer an astronaut”, canta Talbott, no con admiración, sino con resignación. Tú quieres a alguien inalcanzable. Yo sigo aquí.

Hay una tensión constante en el álbum, entre rendirse y resistirse, entre el peso y el despegue, entre la tristeza y la esperanza. Y es esa tensión lo que hace que "You’d Prefer an Astronaut" siga siendo tan fascinante casi tres décadas después.

Disco recomendado


Puede que HUM desentonara entre la angustia estilizada de la élite del rock alternativo de los años 90. Sin poses, sin consignas, solo cuatro tipos tranquilos que tocaban como gigantes. Pero con "You’d Prefer an Astronaut", hicieron un disco que sobrevivió a las modas y a las etiquetas. No va de nostalgia, va de descubrimiento.

Si nunca lo has escuchado, empieza ahora. Déjalo desplegarse poco a poco. Deja que resuene. Ya sea que te guste el shoegaze, el post-hardcore, el slowcore o simplemente el rock reflexivo que permanece en la atmósfera mucho después de acabar, "You’d Prefer an Astronaut" es un disco digno de orbitar.

Video del tema "I'd Like Your Hair Long":

Tracklist:

"Little Dipper" – 4:44
"The Pod" – 4:38
"Stars" – 5:09
"Suicide Machine" – 5:58
"The Very Old Man" – 2:45
"Why I Like the Robins" – 4:58
"I'd Like Your Hair Long" – 5:26
"I Hate It Too" – 5:59
"Songs of Farewell and Departure" – 6:16

Hum:

  • Matt Talbott – guitarra y voz
  • Jeff Dimpsey – bajo
  • Tim Lash – guitarra
  • Bryan St. Pere – batería

Técnica:

  • Keith Cleversley – producción

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