Antes de sumergirnos en la belleza multifacética del disco "This Is Our Music", conviene comprender la posición de la banda Galaxie 500 en el momento de su lanzamiento. No perseguían la fama ni formaban parte de ningún gran movimiento, al menos no todavía. En cambio, operaban en un rincón tranquilo de la escena indie de finales de los 80 (siglo xx), creando canciones que parecían secretos compartidos entre amigos cercanos. Con este tercer y último álbum, la banda ofreció no solo una continuación de su sonido, sino una despedida más definida y segura: una última palabra dicha con suavidad, pero con propósito.
ALBUM: This Is Our Music
En los últimos días de vida de una banda, no siempre hay una despedida como "Dios manda". A veces, el final llega sin previo aviso: una silenciosa deriva hacia el silencio, un último concierto que nunca fue el último. Galaxie 500, el trío de culto de Boston (EE.UU.), nos regaló algo diferente: "This Is Our Music", una despedida de grandeza silenciosa, ambición susurrada y melodía conmovedora. Publicado en septiembre de 1990 a través del sello discográfico Rough Trade Records, el álbum es tanto un epílogo como una rotunda declaración de identidad.
El título, tomado de un LP de free jazz de 1961 de Ornette Coleman, insinúa algo más grande que la suma de sus ensoñadoras líneas de guitarra. Es una declaración: Esta frágil, brillante y a veces extraña colección de canciones es nuestra música. Tómala o déjala. Y, en muchos sentidos, eso es lo que la hace una obra atemporal.
Sueño Disolviéndose:
Galaxie 500, formado por Dean Wareham a la guitarra y voz, Naomi Yang al bajo y Damon Krukowski a la batería, se formó en la universidad y forjó un sonido que combinaba moderación y emoción pura. Su último álbum se adentra en esa dualidad más que nunca.
El tema inicial, "Fourth of July", arranca con un verso tan hilarantemente surrealista como cautivador: "Escribí un poema en una galleta para perros, y tu perro se negó a mirarlo". No pretende ser profundo. Simplemente lo es. Respaldado por un ritmo grave y la inconfundible inexpresividad de Wareham, marca el tono de un álbum que se deleita en estar ligeramente descentrado. La batería redobla y las guitarras brillan, y en algún lugar de la neblina, hay una especie de alegría solitaria difícil de sacudir.
La producción, a cargo de nuevo de Mark Kramer, colaborador habitual, es más nítida aquí. La reverberación aún impregna las canciones, pero la banda se siente más cercana, más audaz, incluso con una confianza coqueta por momentos. Donde los discos anteriores se inclinaban hacia la intimidad lo-fi, "This Is Our Music" llega un poco más allá, no para complacer a nadie, sino quizás para completar la idea.
Melancolía Majestuosa:
Es fácil llamar a la banda "minimalista", pero eso pasa por alto la densidad emocional de canciones como "Summertime", que de alguna manera equilibra la ingravidez y el anhelo a partes iguales. La construcción lenta, la melodía casi vacilante, el sutil dolor en la voz de Wareham: es el sonido de largos paseos en solitario, repasando viejas conversaciones en la cabeza.
Por otra parte, Naomi Yang lidera una fascinante versión de "Listen, the Snow is Falling" de Yoko Ono, que se extiende durante casi ocho minutos sin alargarse demasiado. Su voz, suave y firme, se funde con la nevada de sonido, percusión ligera, acordes con eco y lo que Kramer llamó en broma una "flauta barata", creando algo más evocador que cualquier producción costosa podría ofrecer.
El momento de cierre del álbum, "King of Spain, Part Two", reelabora una cara B de sus inicios en una despedida silenciosa y triunfal. No es un final dramático, sino más bien un telón corrido con cuidado. Sientes que la puerta se cierra tras de ti.
Bajo la Simplicidad y la Complejidad:
Uno de los encantos perdurables de "This Is Our Music" reside en cómo se desenvuelve con ligereza en su inteligencia. Los tres miembros son graduados de Harvard, pero su forma de componer no tiene nada de académico. En cambio, adoptan una especie de distanciamiento lúdico: letras que oscilan entre lo absurdo y lo profundo, música que nunca fuerza un clímax.
Hay momentos en los que todo se siente intencionadamente vago. En "Way Up High", Dean Wareham canta: "Abre los ojos / Ven a ver mi edredón", y nadie sabe qué significa. Pero si escuchas, puedes sentir su peso: la cama, la comodidad, la necesidad de que alguien te vea. Se trata menos de narrativa, más de sensación. Y ese es el secreto de Galaxie 500: no tienes que experimentarlo para sentirlo.
Un regalo de despedida, no un canto del cisne:
Algunos fans y críticos consideran que el álbum no alcanza el brillo de los anteriores como "Today" o "On Fire". Quizás sea cierto que "This Is Our Music" presenta un tono un poco más sobrio. Hay menos descubrimientos impactantes, más refinamiento. Pero lo que se pierde en energía pura se gana en complejidad emocional. Este álbum no intenta revivir el pasado; es concluir una historia.
Existe la sensación de que sabían que sería el último. Poco después del lanzamiento, Dean Wareham dejó el grupo y formó Luna, otro grupo querido que nunca se alejó demasiado del ADN de Galaxie 500. Yang y Krukowski continuaron juntos como Damon & Naomi, creando música igual de introspectiva, aunque con nuevas texturas.
Aun así, ninguno de los dos proyectos logró recapturar lo que Galaxie 500 creó en esos breves años dorados. Y quizás no importa. Quizás ese sea el punto.
Por qué sigue siendo importante:
Décadas después, "This Is Our Music" se siente inquietantemente relevante. En una época en la que el bedroom pop, el indie lo-fi y la melancolía ensoñadora dominan las listas de reproducción de Spotify, se pueden escuchar ecos de Galaxie 500 por todas partes: en las guitarras ondulantes de Beach House, la quietud de Cigarettes After Sex, la estética lo-fi de Clairo.
Pero donde los artistas más nuevos a menudo parecen seleccionados, Galaxie 500 simplemente existía. Su música no buscaba ser escuchada; simplemente estaba, esperando pacientemente a que los oyentes la alcanzaran.
Escuchando ahora, "This Is Our Music" ofrece más que nostalgia. Es un modelo para la rebeldía silenciosa, para hacer algo completamente propio, aunque nadie lo note al principio. Es una invitación a reflexionar, a encontrar la belleza en la repetición, a escuchar el mundo de una manera ligeramente diferente.
Disco recomendado
Si nunca has escuchado Galaxie 500, este es el punto de partida perfecto y conmovedor. Si ya lo has hecho, vale la pena revisitarlo con oídos más maduros, en otra época del año, bajo otros cielos. Puede que "This Is Our Music" no exija atención, pero la recompensa profundamente.
Brillantez sutil y belleza de combustión lenta en una obra maestra olvidada del dream pop. En un mundo de ruido, este disco es un susurro silencioso y potente, que aún vale la pena escuchar.
Video del tema "Listen, the Snow Is Falling":
Tracklist:
1. "Fourth of July" 5:35
2. "Hearing Voices" 3:34
3. "Spook" 4:35
4. "Summertime" 5:59
5. "Way Up High" 4:03
6. "Listen, the Snow Is Falling" Yoko Ono 7:48
7. "Sorry" 4:15
8. "Melt Away" 4:35
9. "King of Spain, Pt. 2" 5:07
Galaxie 500
- Damon Krukowski – batería, coros
- Dean Wareham – guitarra, voz
- Naomi Yang – bajo, voz en "Listen, the Snow Is Falling"
Personal adicional:
Mark Kramer – producción, ingeniería de sonido,"flute" y coros
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