Antes de sumergirnos en la esencia del disco "Repetition", vale la pena detenerse un momento para comprender por qué este trabajo sigue siendo importante décadas después. Unwound nunca fue un nombre conocido, pero para quienes lo descubrieron, a menudo por casualidad o por el boca a oreja, la conexión es profunda. Esta no es música hecha para una escucha pasiva; plantea preguntas, inquieta y se niega a resolverse con claridad. "Repetition" no es solo un álbum: es un estado de ánimo, un lugar, un estado mental. Y si estás dispuesto a explorarlo, lo que encontrarás es diferente a todo lo anterior.
ALBUM: Repetition
Algunos álbumes no buscan tu atención. La exigen. "Repetition", el lanzamiento de la banda Unwound en 1996, no se preocupa por tu estado de ánimo, tus preferencias de género ni a qué estás acostumbrado. Avanza con una amarga claridad, desprovista de optimismo, pero extrañamente electrizante. Unwound nunca buscó el atractivo mainstream, y en este disco, parecen rechazarlo activamente. El resultado es un sonido a la vez confrontativo y meditativo, una inusual dualidad que convierte a "Repetition" en una recomendación irresistible para cualquiera que busque algo auténtico.
Origen de Olympia, Washington (EE.UU.), una ciudad conocida por sus vínculos con el movimiento riot grrrl y la sombra de Nirvana, Unwound siempre fue más que una simple banda de post-hardcore. Fueron artífices del caos controlado, combinando disonancia, melancolía y fuerza en canciones que parecían documentos desde el límite. Con "Repetition", no solo refinaron su sonido, sino que lo convirtieron en un arma.
Sonido espiral hacia adentro:
Unwound ya se había forjado una reputación de rechazar la ortodoxia punk. Discos anteriores como "Fake Train" y "The Future of What" estaban llenos de ruido y catarsis. Pero "Repetition" es diferente. Se trata menos de erupción, más de corrosión. Desde los primeros segundos de "Message Received", la banda establece su inquietante presencia con un loop irregular que da paso a riffs irregulares y una interpretación vocal desgarradora de Justin Trosper. No es solo una canción, es una declaración: no estás aquí para pasar un buen rato. Estás aquí para sentir algo.
La guitarra de Trosper es un elemento fascinante a lo largo del disco. A veces es penetrante y angular, como vidrio roto raspando metal; en otros momentos, se desliza hacia la abstracción, con toques psicodélicos que evocan la influencia de Sonic Youth, aunque el particular estilo de ruido de Unwound siempre se siente más frío, más emocionalmente cerrado. En "Lowest Common Denominator", uno de los temas más destacados del álbum, la guitarra se despliega en espiral a través de un riff surrealista antes de fragmentarse en el caos durante los interludios, una metáfora sonora del desenlace mental.
No heroes, only ghosts:
"Corpse Pose", quizás la canción más conocida de la banda, posee una cualidad inquietante. Escrita en torno a un riff de bajo que Vern Rumsey descubrió por casualidad mientras esperaba a que Sara Lund afinará su batería, la canción se convirtió en una favorita de los fans casi por accidente. Hay una atracción hipnótica en la forma en que las líneas de Rumsey serpentean entre la batería y la guitarra. Y aunque la letra — "El inconveniente de vivir es encontrarte a ti mismo" — habla de la desesperación existencial, la interpretación nunca cae en el melodrama. Es distante, pero profundamente conmovedora.
Esa desafección alcanza su punto máximo en "Lady Elect", una canción escrita tras el suicidio de una amiga. Es despojado y vacío, el equivalente emocional de mirar por la ventana sin pestañear. La voz contenida de Trosper es casi un susurro, como si algo más fuerte pudiera fracturar el momento por completo.
Instrumentales como "Sensible, Go to Dallas" y "Take a Left" sirven como desvíos extraños y dispersos: momentos para reflexionar o desconectar antes de que llegue el siguiente golpe. Este último muestra especialmente el retorcido sentido del humor de la banda, comenzando con la sinceridad etérea que esperarías de un anuncio de alergias, solo para desmoronarse en ruido, punzadas de órgano y caos. Es absurdo y desconcertante, pero extrañamente apropiado.
Repetición como tema y forma:
Líricamente, el álbum gira en torno a la monotonía, no solo como idea, sino como experiencia vivida. En "Unauthorized Autobiography", Trosper canta: "Bored of my life, repetition", resumiendo todo el peso emocional de la adultez temprana en seis palabras. No se trata solo de estar perdido o enojado. Se trata de estar estancado, viendo cómo la vida se desenrolla en una escala de grises, incapaz de reunir la energía para resistir.
Incluso las estructuras de las canciones imitan esta repetición. Bucles de ruido, riffs que se repliegan, versos que se disuelven en el caos en lugar de in crescendo. Esto no es accidental: es el sonido de una vida vivida en piloto automático, donde cada día se fusiona con el siguiente.
Y luego está "Fingernails on a Chalkboard", cuyo título por sí solo te dice qué esperar. Es un canto fúnebre lento y amenazante que avanza con una inevitabilidad mecánica. Trosper repite el título como un mantra, su voz apenas se mueve de tono. Es la escucha más difícil del álbum, y probablemente a propósito.
Sin eslabones débiles:
Si hay un secreto del impacto de "Repetition", es la sinergia de la banda. La batería de Sara Lund no es ostentosa, pero sí precisa. Su habilidad para cambiar de tempo, especialmente en "Go to Dallas" y "Take a Left", añade una especie de arco narrativo incluso a las piezas más abstractas. Mientras tanto, el bajo de Rumsey a menudo se convierte en la pieza central; no solo una columna vertebral, sino una fuerza melódica que impulsa las canciones hacia adelante mientras las ancla en el terror.
Juntos, el trío construye canciones como laberintos: cada corte lleno de rincones ocultos, giros bruscos y callejones sin salida de distorsión. La voz de Trosper, a veces gritada, a veces murmurada, a veces incluso coreada, no es tradicionalmente "buena", pero es auténtica. Y en un récord como éste, la verdad es la única moneda que importa.
Una despedida brutal:
El tema de cierre, "For Your Entertainment", es uno de los momentos más directos y furiosos de la banda. Es una condena a la industria musical, la mercantilización de la creatividad y el agotamiento de la vida de gira. Pero no es solo una crítica, es una liberación. A medida que la guitarra y la voz se elevan al unísono, se siente como si el álbum se estuviera desprendiendo de sí mismo, negándose a desaparecer.
Para cuando la nota final se desvanece, no te quedan respuestas. Te quedas con el dolor de la tensión no resuelta, la sensación de haber presenciado algo íntimo y fracturado.
Disco recomendado
"Repetición" de Unwound no es un álbum fácil. No sonará bien de fondo mientras limpias la casa. Pero si le prestas atención, si lo escuchas con atención, te recompensará con algo que muy pocos discos ofrecen: un vistazo a una mente que se desmorona a cámara lenta, y a una banda que convirtió esa espiral en algo feroz y extrañamente hermoso.
Tanto si exploras el post-hardcore por primera vez como si buscas descubrir un capítulo olvidado de la historia del punk de los 90 (siglo xx), "Repetition" es una escucha imprescindible. Es crudo, lleno de matices y atemporal, a su manera irregular.
Recomendado para quienes buscan un álbum que no busque significado a gritos, sino que lo desangre discretamente.
Video del tema "Lowest Common Denominator":
Tracklist:
1. "Message Received" 3:05
2. "Corpse Pose" 3:05
3. "Unauthorized Autobiography" 2:47
4. "Lowest Common Denominator" 4:31
5. "Sensible" 3:00
6. "Lady Elect" 5:37
7. "Fingernails on a Chalkboard" 4:56
8. "Murder Movies" 1:48
9. "Next Exit" 4:30
10. "Devoid" 3:13
11. "Go to Dallas and Take a Left" 4:13
12. "For Your Entertainment" 5:39
Unwound:
- Justin Trosper – Guitarra, voz
- Sara Lund – Batería
- Vernon Rumsey – Bajo
Técnica:
Steve Fisk – Productor, teclados adicionales